Vivian Maier.

VIVIAN MAIER

Vivian Maier fue una niñera y fotógrafa callejera estadounidense nacida en Nueva York, en la década de los años 20. Decir que fue fotógrafa es un poco arriesgado, pues nunca se hizo conocida ni tuvo la intención de enseñar sus fotos, hasta que ya después de su fallecimiento, un hombre que encontró sus negativos por medio de una subasta, los consideró tan buenos y profesionales que decidió mostrarlos al mundo entero.
Maier era hija de refugiados judíos. Pasó su infancia entre Francia (de donde era su madre) y Estados Unidos. En 1930 aproximadamente, fue abandonada por su padre. Con 25 años se mudó a Nueva York, y con 30 a Chicago, donde pasó la mayor parte de su vida.
Según sus conocidos y la familia de la que era niñera, era una mujer bastante reservada y extraña. Coleccionaba periódicos y libros de una manera exagerada, llegando a almacenarlos sin casi reservar espacio en su habitación, que era un laberinto de papeles con un único camino que comunicaba la entrada con su cama. No hablaba de su vida privada a nadie, y hasta cambiaba su nombre auténtico en contadas ocasiones, sin motivo que se pudiera conocer. 
Se le solía ver siempre con una cámara en la mano, tomando fotos a aquello que ella encontraba interesante, ya fuera a personas o a un
simple cubo de basura en la calle. Cabe decir que nadie vio aquellas fotos hasta muchos años después, ya que no tenía los recursos suficientes para revelar todos los carretes de fotos y películas que usaba.
Además de pasar todo ese tiempo en Chicago, también viajó sola por África y Europa, yendo a países como Egipto, Tailandia, Francia (como recuerdo de su madre), Bangkok...
Sus fotos fueron un éxito al salir a la luz dada su destreza para captar momentos en la calle o en cualquier lugar cotidiano. Murió el 21 de abril de 2009, con 83 años, sin saber que pocos años después sus fotos darían la vuelta al mundo.



En mi opinión, Vivian Maier fue una mujer apasionada de la fotografía sin ningún pensamiento a parte de ese, tomar fotos para ella misma. Sacar fotos era lo que más le gustaba y distraía en la vida que llevaba, así como para otros es la música o la pintura. Hizo tantas fotografías porque siempre encontraba el momento perfecto para sacarlas, aunque no lo quisiera, pues le salía natural. Me parece que por estos mismos sentimientos y por la falta de dinero, no pudo o pensó en mostrarlas nunca. Para ella simplemente era una forma de expresarse y no requería de la aprobación de otras personas para ello.
También puede haber tenido que ver con su extravagancia y su forma de ser, pues para las personas que la rodeaban, era una persona muy rara. Por ejemplo, aquel hombre al que dijo que ella era una clase de espía, pudo referirse a la fotografía, a que le gustaba indagar y curiosear en la vida de otras personas con su cámara, y así capturar sus momentos personales o privados. Ahora mismo, analizando su personalidad tan cerrada, no creo que le hubiese gustado la fama de ser reconocida en todas partes, pues es algo que requiere mucho esfuerzo mental y a ella le habría gustado llevar una vida más tranquila. Sin embargo, a pesar de lo que pudo o no conseguir, yo creo que Vivian Maier vivió tranquilamente, quizás feliz no porque eso sólo lo sabría ella, pero sí llevó una vida sin muchos sobresaltos, lo que creo que era lo más adecuado para su forma de ser.

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